Es la fecha de llegada del recibo de la luz y, como esperabais, en tu casa se han disparado los kW... y los euros. Míralo bien; analiza el recibo con calma:
- ¿Qué conceptos diferentes están contabilizando?
- ¿A qué corresponde la facturación de la potencia?
- ¿Y la de la energía?
Está claro que estáis gastando más de la cuenta... Échale un vistazo a esta tabla orientativa del consumo estándar de los diferentes aparatos eléctricos que suele haber en los hogares en relación con su frecuencia de uso:
A partir de estos datos, que son anuales, elabora una tabla similar a partir del uso que hacéis en tu casa de los diferentes aparatos eléctricos. Variarán la duración y la frecuencia de uso y, por tanto, el consumo, pero puedes tomar como valores de referencia los valores medios de kW/h de la tabla. Si sólo encendéis el televisor 1 hora al día, el consumo anual será la mitad del indicado, 130, ¡naturalmente!
- A la vista de los resultados que obtengas, y sabiendo el precio del kW/h, plantea una hipótesis que explique por qué pagáis tanto, según vuestro recibo; ¿habéis hecho algo o realizado alguna actividad que pueda considerarse extraordinaria o fuera de lo normal?
Piensa en una estrategia que te permita controlar a partir de ahora el gasto energético.
Ya sabes que hay una serie de normas que ayudan mucho a ahorrar energía y dinero. Por lo tanto, desde el punto de vista del ahorro, es preferible y más económico:
- Utilizar una gran cantidad de agua fría / caliente que una pequeña cantidad de agua... fría / caliente.
- No poner en marcha el calentador hasta el momento de ____________________.
- Apagar la cocina justo antes / durante / después de que el agua empiece a hervir.
- ponerle / no ponerle la tapa a la olla.
- Utilizar una olla exprés, que ahorra una tercera parte / nada de energía.
- No poner el termostato de la nevera por debajo de la temperatura óptima. Ponerlo a 7 ºC en lugar de a 5 ºC ahorra nada / un 15% de energía.
- Descongelar la nevera cuando hay más de 2 mm de hielo. Si la capa de hielo supera 1 cm no pasa nada / gasta menos porque ya está helado / gasta el doble de lo normal.
- En la lavadora, los programas de menos consumo ahorran mucha energía / no son eficientes. Para la mitad de ropa no / sí gastan la mitad, sino más / menos.
Aparte del buen uso de los aparatos eléctricos, hay otros factores que contribuyen al ahorro de energía. Uno muy importante es el correcto aislamiento de los edificios y las viviendas (paredes y ventanas) para evitar las pérdidas de calor, que suelen ser notables.