21 de marzo de 1946 – Marguerite Perey presenta su tesis sobre “L’élément 87: Actinium K”, conocido como Francio

Marguerite Perey - Actinio K

Marguerite Perey - Actinio K

El 7 de enero de 1939, Marguerite Perey observa una radiación anómala en el actinio que atribuye a un nuevo elemento, el 87 que presenta las propiedades correspondientes a un alcalino y al que denominará inicialmente Actinio K. Acababa de descubrir el último elemento natural que quedaba para completar la tabla periódica de 92 elementos de Mendeleev. En los años 40, Coryell y Segrè obtuvieron artificialmente el prometio (61) y el astato (85).

Los miembros del Instituto de Radio de París, donde trabajó primero como asiste de laboratorio de Marie Curie y después como radioquímico, pensaron que lo presentase como su tesis doctoral, tal y como Marie había hecho con el radio. El problema no sólo era que Marguerite no tuviese un título universitario, es que no tenía ni el bachillerato. En el Instituto decidieron apartarla de todas las tareas de laboratorio y le consiguieron una beca para que pudiese estudiar en la Sorbona. Asistió al preparatorio de medicina para poder tener acceso a una titulación superior y después a módulos de química, biología y fisiología que la universidad consideró equivalentes a una licenciatura (el caso de Marguerite fue excepcional en todos los sentidos).

Finalmente, el 21 de marzo de 1946, a los 36 años, Marguerite presentó su tesis sobre “L’élément 87: Actinium K”. Su última frase recogía el privilegio del descubridor: “El nombre Francio, Fa, se propone para el lugar 87” (hoy día el símbolo del francio es Fr).

No consiguió un Premio Nobel, pero, en 1962, se convirtió en la primera mujer elegida miembro de la Academia de Ciencias de París, algo que no logró ni siquiera Marie Curie.

Si quieres saber más de esta gran científica, haz clic en el siguiente enlace: Marguerite-Catherine Perey

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