La penitente detrás de la tertulia

La penitente detrás de la tertulia

La tecnología nuclear aplicada al arte permite comprobar la autenticidad y antigüedad de las obras, así como llevar a cabo su mejor conservación y restauración. Pero también nos deja anécdotas y curiosidades dignas de mencionar. El responsable de Conservación y Restauración del Reina Sofía compartía con nosotros la curiosidad descubierta tras el estudio técnico de la obra que José Gutiérrez Solana pintó en 1920, La tertulia del café de Pombo. En ese estudio detectaron problemas con los barnices de la obra, porque Solana «trabaja añadiendo muchas capas». «Son superposiciones de muchos colores con muchos matices que las hacen pinturas muy negras». Al adentrarse en ella, vieron que «debajo había otra composición porque había trazos que no correspondían con las pinceladas de la superficie».


«Lo que había debajo de la obra era una penitente de rodillas ante un altar», desvela Jorge García Gómez-Tejedor, que destaca el hecho de que esté detrás de un cuadro lleno de intelectuales «ateos». Gómez-Tejedor entró como restaurador en el Museo en 1992 y desde 2003 es el jefe del departamento de una institución que hoy es un referente en el mundo del arte contemporáneo y que posee «el equipo de restauración más grande».
 

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