Mónico Sánchez, inventor del aparato portátil de rayos X y corrientes de alta frecuencia

Mónico Sánchez Moreno nació el 4 de mayo de 1880 en la pequeña localidad de Piedrabuena en Ciudad Real. Era el menor de los cuatro hijos de un matrimonio humilde. Su padre trabajaba en una pequeña fábrica de ladrillos y tejas y su madre lavaba ropa ajena en el río. En 1900 Piedrabuena era una pequeña localidad de 3.810 habitantes, siendo el 75% de sus habitantes analfabetos.

A los catorce años Mónico Sánhez se trasladó a Fuente del Fresno para trabajar como chico de los recados y posteriormente a San Clemente (Cuenca), donde se empleó como dependiente de un comercio. Cinco años más tarde tendría su propio negocio, que dos después vendería, con cuyos beneficios, se trasladó a Madrid con 21 años a estudiar ingeniera eléctrica sin disponer del bachillerato.

En Madrid lo primero que conoció en la universidad fue una huelga de estudiantes que obligó a cerrar de forma momentánea la Escuela de Ingenieros Industriales. A pesar del inconveniente Sánchez Moreno no cambió sus planes y comenzó un curso por correspondencia de electricidad en inglés, idioma que desconocía y que impartía "The Electrical Institute of Correspondence Instruction" de Londres, cuyo director era Joseph Wetzler, quien se movía en los entornos de Thomas A. Edison.

Con la recomendación de Weltzer, Sánchez Moreno tomó la decisión de emigrar a Nueva York. El 12 de octubre de 1904 y con solo 60 dólares en el bolsillo embarcó en Cádiz. Solo conocía el inglés escrito nunca había oído hablarlo. En Nueva York comenzó a trabajar como ayudante de delineante pero pronto se matriculó en el Instituto de Ingenieros Electricistas, un centro de formación profesional. Y, pronto, cumplió su deseo de ir a la universidad, la de Columbia, para un curso de electrotecnia de unos pocos meses de duración. Era la época de la guerra de las corrientes entre los partidarios de la corriente alterna apadrinados por Nikola Tesla y los defensores de la corriente continua apadrinados por Thomas Alva Edison.

En esos años existía un importante problema con los aparatos de rayos X que eran fijos, caros, muy pesados y voluminosos. Mónico Sánchez comenzó a trabajar como ingeniero en una empresa llamada Van Houten and Ten Broeck Company dedicada a la aplicación de la electricidad en los hospitales. Sánchez Moreno, partiendo de algunos desarrollos de Tesla, desarrolló, en 1909, un revolucionario Aparato Portátil de Rayos X y Corrientes de Alta Frecuencia. Redujo el hierro del transformador empleando una frecuencia de 7 MHz en vez de 50 MHz, con lo que el aparato era mucho más pequeño y su peso de 10 kg, pudiéndose transportar en una maleta. El consumo se redujo a tres amperios y funcionaba con la red eléctrica sin necesidad de generadores

La Collins Wireless Telephone Company, propiedad del ingeniero neoyorkino Frederick Collins, estaba desarrollando en New Jersey la telefonía sin hilos hasta 100km de alcance con teléfonos móviles, cuyo micrófono de carbón se calentaba terminando por arder al cuarto de hora de comunicación. A fin de diversificar su negocio, Collins le compró a Mónico Sánchez la patente de su aparato portátil de rayos X, por 500.000 dólares, que pasaría a nombrarse The Collins Sánchez Portable Apparatus y lo nombra ingeniero jefe.

En 1909 participa en la III Feria de Electricidad, celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York, en un stand contiguo a las empresas de Thomas A. Edison y Nikola Tesla.

La empresa de Collins lanzó una gran campaña de venta de acciones, sugiriendo que la telefonía móvil en coches, trenes y barcos ya era una realidad. Cuatro ejecutivos, incluido Collins, acabaron en la cárcel, por presunto fraude en sus demostraciones en lugares públicos, limitadas a conversaciones breves para que los teléfonos no se calentaran.

Rescinde el contrato y regresa a Nueva York, donde, en solitario, crea la Electrical Sánchez Company. En 1910 interviene en el V Congreso Nacional de Electrología y Radiología de Barcelona, y le surgen contratos para vender cuantos aparatos fabrique. Crea la European Electrical Company, aunque sus Rayos X seguían fabricándose en EE.UU.

Mónico Sánchez, respaldado por una importante fortuna, decidió regresar a España, a su pueblo natal, con 32 años. Piedrabuena no disponía de electricidad y Sánchez instaló una central eléctrica abastecida por carbón que llegaba desde la mina en carros tirados por mulas. Gracias a ella todos los habitantes de su pueblo pudieron disponer de electricidad en sus hogares.

Empleando a la mayoría de sus habitantes, en 1913 Mónico Sánchez instaló en Piedrabuena el Laboratorio Eléctrico Sánchez, para fabricar su aparato portátil de rayos X, una máquina ideal para la Gran Guerra que estaba a punto de estallar. Gana un concurso para el suministro de 60 aparatos para trasportarlos en las ambulancias de campaña del Ejército francés. De esta forma, pudieron realizarse más de un millón de radiografías a los soldados. Algunos de los aparatos de Mónico Sánchez se exponen en las sedes coruñesa y madrileña de Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.

El comienzo de la Guerra Civil en España truncó las actividades de Sánchez Moreno ya que fue atacado por los dos bandos. Los republicanos se incautaron del laboratorio y de su casa y al no encontrarlo se llevaron a su ayudante, Juan Mota, a quien nunca más se volvió a ver. Luego los falangistas acusaron a Mónico Sánchez del asesinato de Mota, aunque no lo llevaron a juicio. El aislamiento internacional y la política autárquica del gobierno que deniega una y otra vez los imprescindibles permisos de importación para importar material y repuestos para su laboratorio dejaron la actividad de su empresa en mínimos.

Además, la desgracia se instaló en su vida ya que falleció su esposa y cinco de sus seis hijos. Estas fatalidades no evitaron que sus aparatos de rayos X continuaran vendiéndose hasta 1961, año de su fallecimiento. Ese año se cerró para siempre su empresa.

Otras de las importantes aportaciones de Mónico Sánchez fueron los visores para las radioscopias, los chasis para las radiografías, el inhalador de ozono, los tubos protectores y el bisturí eléctrico.

A lo largo de su vida Mónico Sánchez Moreno recibió varios reconocimientos internacionales y nacionales. Varias universidades le concedieron el Doctorado Honoris Causa, también recibió la Medalla de Oro de Ciudad Real en 1914 y la Medalla de la Exposición Internacional de Barcelona en 1929.

Mónico Sánchez Moreno falleció el 6 de noviembre de 1961 en el mismo pueblo en el que había nacido, Piedrabuena en Ciudad Real.

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